Se trata de un tratamiento innovador contra el cáncer que ha revolucionado el campo de la inmunidad adaptativa. Aunque las células dendríticas se descubrieron hace más de un siglo, no ha sido hasta hace poco cuando hemos comprendido plenamente su potencial para detectar y eliminar las células cancerosas del organismo. Gracias a la labor pionera de Ralph M. Steinman, galardonado con el Premio Nobel de Medicina por sus hallazgos, ahora comprendemos mejor cómo pueden aprovecharse estas células para combatir el cáncer. Con la terapia celular dendrítica, podemos cebar las células con la información específica sobre el cáncer del paciente. La función de las células dendríticas es transmitir esta información a las células B y T, lo que les permite dirigirse más eficazmente a las células malignas y eliminarlas. Por tanto, las células dendríticas pueden definirse como los guardianes del cuerpo humano, ya que su función es detectar invasores como las células tumorales e instruir al sistema inmunitario para que las combata. Como ya se ha mencionado, estos guardianes de nuestro cuerpo tienen la capacidad de ordenar a todas las demás células inmunitarias que encuentren y eliminen las células tumorales, potenciando así la inmunidad adaptativa del paciente con cáncer.